PAN DE MOLDE
El pan de molde casero es un pan tierno, esponjoso y de miga uniforme, perfecto para preparar tostadas, sándwiches o recetas dulces y saladas. Su sabor suave y su textura ligera lo hacen ideal tanto para el desayuno como para la merienda, ofreciendo una alternativa casera y saludable al pan comercial.
INGREDIENTES:
350g harina panificable
155g de leche
35g de nata
25g de mantequilla
35g de azúcar
10g de levadura fresca (3,5g en polvo)
Leche para pintar
PREPARACION:
Mezclar todos los ingredientes en un bol y dejar reposar 10 minutos.
Amasa sobre la mesa en tres pasos; primero agarra suavemente la masa.
Después pliega la masa con un gesto rápido y seco, creando un poco de tensión.
Finalmente, haz rodar la masa sobre la mesa; amasa unos 5-10 minutos.
Hasta que la masa esté lisa y fina; si se utiliza amasadora, amasa también unos 5 minutos a velocidad lenta.
Haz fermentar la masa tapada durante unas dos horas y media o tres.
Hasta que se haya hinchado notablemente y la superficie esté fina y brillante.
Para evitar huecos, aplastaremos o pasaremos el rodillo por la masa, asegurándote de que extraes todo el aire.
Estira formando un cuadrado; pliega los lados hacia el centro como si fueran las páginas de un libro.
Procurando ejercer una tensión homogénea en toda la masa, haz un rulo empezando desde arriba.
Arriba, cada vez que enrolles un poquito la masa, sella bien el interior.
Dale la vuelta otra vez a la masa haciendo un rulo y presiona de nuevo con los pulgares levemente hacia abajo y hacia delante, como si sellaras una empanada.
Engrasa un molde y enharínalo de 20-22 cm de largo; coloca la masa en el molde con la clave hacia abajo.
Espera a que aumente su volumen unas dos horas; cuando haya crecido un poco más del doble, pincélalo con leche o nata.
Cuece a 200 grados durante 30 minutos.
Coloca en la base del horno una bandeja con agua durante toda la cocción.
Si se dora antes, cúbrelo con papel de aluminio y baja la temperatura.