Las galletas de azúcar (sugar cookies) son un clásico sencillo, suave y muy versátil, ideales tanto para comer tal cual como para decorar con glasa real, fondant o chocolate. Te dejo una receta base:

Las Cookies con Interior son galletas suaves o crujientes por fuera, que esconden un relleno dulce en su interior. Este relleno puede variar: chocolate, crema de avellanas, caramelo, dulce de leche, mermelada o incluso fruta, creando un contraste delicioso entre la capa exterior y el centro.

Cuando en repostería hablamos de "galleta base", normalmente nos referimos a la típica base de galletas trituradas con mantequilla, que se usa en tartas frías, cheesecakes, pudins y postres en vasito.

El sablé de almendras es una galleta de origen francés, fina y delicada, elaborada con mantequilla, azúcar y almendra molida que le aporta un sabor suave y elegante. Su textura es crujiente y ligeramente arenosa —de ahí su nombre "sablé"—, lo que la hace perfecta para acompañar un café, un té o para servir como base de postres más elaborados. ...

El brownie de galletas es una deliciosa combinación que une la jugosidad y densidad del clásico brownie con el toque crujiente y divertido de las galletas. Suelen elaborarse con una base intensa de chocolate, a la que se incorporan trozos de galletas (como Oreo, Chips Ahoy o galletas de mantequilla), creando un contraste irresistible entre lo...

Las cookies abizcochadas son galletas suaves y esponjosas, con una textura intermedia entre un bizcocho ligero y una galleta tradicional. Se distinguen por su interior tierno y aireado, que contrasta con su exterior ligeramente dorado. Gracias a esta consistencia, resultan muy agradables al paladar y perfectas para quienes buscan un bocado dulce...

Crujientes por fuera y tiernas por dentro, las cookies de chocolate y nuez son una explosión de sabor en cada mordisco. El intenso chocolate se funde con el toque tostado y crujiente de la nuez, creando la combinación perfecta para los amantes de lo dulce. Ideales para acompañar un vaso de leche, un café o simplemente para darse...

Las galletas de nata son un clásico de la repostería casera: tiernas, ligeramente crujientes por fuera y con un sabor suave y delicado gracias a la nata, que les da una textura inconfundible. Su preparación es sencilla y perfecta para quienes buscan un dulce tradicional con ingredientes básicos y sin complicaciones.